Publicado por: Eduardo Flores
Patriota y mártir «quiteño» nacido en Río Negro, Antioquia,
Nueva Granada (Colombia), el 13 de abril de 1767; hijo del Sargento Mayor Juan
de Dios Morales y de la Sra. Juana Leonín de Estrada.
Llegó muy joven como escribiente del Presidente de la Real
Audiencia de Quito, don Juan Antonio Mon y Velarde, quien en 1790 lo nombró
Oficial Mayor de la Secretaría de la Superintendencia. Al año siguiente,
mientras desempeñaba el cargo de Contador de Rentas Decimales del Obispado se
incorporó con éxito a la Academia de Abogados.
«Desempeñó varios cargos de importancia. Y al graduarse de
abogado tuvo cargos de calidad humanitaria, tales como defensor de pobres o
defensor de reos indefensos, por medio de los cuales se conectó con las clases
más desvalidas de la sociedad quiteña. Catedrático de Derecho en la Universidad
de Quito y miembro de la Comuna, se asoció a ella para el servicio público,
dejando huellas notables de su carácter constructor en obras viales y urbanas.
Desempeñó el cargo de secretario de la Real Hacienda con honestidad y
competencia, bajo la presidencia del Barón de Carondelet» (G. Cevallos García.-
Historia del Ecuador, p. 226).
Un 1806 fue confinado a Guayaquil por disposición del
capitán Diego Antonio Nieto, encargado de la Presidencia de Quito ante la
muerte del Barón de Carondelet; allí, don Vicente Rocafuerte le dio asilo en su
hacienda Naranjito.
Posteriormente, resentido con las autoridades españolas, que
lo habían despojado de sus cargos, empezó a planificar su destitución y la
manera de llevar adelante sus planes.
La oportunidad se le presentó en 1808 cuando las huestes
napoleónicas invadieron España; con ese pretexto y luego de volver a Quito,
empezó a reunirse con importantes personalidades quiteñas a quienes involucró
en el propósito de defender los derechos del destituido monarca don Fernando
VII y proclamar su retorno al trono español.
Fue uno de los miembros más importantes de la Revolución del
10 de Agosto de 1809, y en la noche previa asistió a casa de doña Manuela
Cañizares y firmó, como Secretario de lo Interior, la nota en la que se
comunicó al Presidente de la Audiencia de Quito -Conde Ruiz de Castilla-, que
había cesado en sus funciones y la conformación del nuevo gobierno.
Dos meses y medio más tarde, cuando la Junta quiteña
capituló ante el mismo Ruiz de Castilla que ella había destituido, fue apresado
y encerrado en los calabozos del Cuartel Real de Lima junto a otros
confabulados, donde el 2 de agosto de 1810 fue una de las víctimas del terrible
y sangriento Asesinato de los Patriotas Quiteños.
BIOGRAFÍA
http://www.diccionariobiograficoecuador.com/tomos/tomo7/m7.htm
BIOGRAFÍA
http://www.diccionariobiograficoecuador.com/tomos/tomo7/m7.htm
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